Esa frase que le atribuyen al escritor y poeta indio Rabindranath Tagore, siempre me ha llegado y me ha hecho cada vez más sentido conforme he ido avanzando en el camino espiritual.
Hoy les escribo con un sentimiento de reflexión profundo y muchas ganas de compartir lo que llegó a mí el fin de semana.
Resulta que hoy 17 de enero es mi cumpleaños, y en mis cumpleaños ahora sí que me pongo a pensar en el “¿qué sigue?”, y ahora que los tengo a ustedes, “¿qué es lo que quiero compartirles?”
Antes de empezar quiero hacer un enorme énfasis en cómo cuando le preguntamos a nuestra intuición/poder superior por guía y el estar atent@s a escuchar su mensaje, que viene como esa primera respuesta sin pensarlo mucho, por ahí es.
Desde que empezó el año he estado preguntándole a mi intuición: “¿es por aquí?" y por más que a mi mente racional no le haga sentido, igual le hago caso a lo que se siente ligero. Hoy me doy cuenta de cómo todo esto que les quiero compartir está interconectado de alguna manera.
Por decisión de tomar y asistir el 3 entrenamiento de maestros de 200hrs de yoga, guiado por una muy querida amiga, @anamarcelachvz @healingyogatt (decisión que para mi mente no tiene sentido porque es el tercero que tomo, el segundo que asisto y ya me lo sé de memoria) sabía que había algo que aprender ahí.
Hubo unas frases que dijo mi querida amiga “quieres dinero, da más dinero”, “quieres que te recomienden, recomienda” y me hizo mucho sentido porque claro, “dar es recibir”, y total también hubo una tarea: leer los Yoga Sutras de Patanjali bajo la traducción y comentarios de Sri Swami Satchidananda (libro que también ya había leído bajo la interpretación de otro maestro que admiro mucho B.K.S Iyengar) y dije “bueno va, leámoslo otravez.”
Llevo ya tiempo pensando en el servicio, en cómo es un canal que nos conduce a Dios muy rápidamente ya que al servir a otros, dejamos a nuestro ego atrás. Pero la verdad, también me he topado con que hay una creencia muy arraigada en mi de que “dar es perder”, perder tiempo, perder recursos, perder energía, ya saben, el cuento del ego.
Leer las palabras de este libro, añadido de mi propio proceso espiritual, las palabras me volvieron a encaminar y se prendió una chispa en mí que hizo que mi ego se sentara muy obedientemente y escuchara la lección, que no es tan difícil como él me hacia percibirla, que les compartiré enseguida donde el maestro habla de cómo el camino del renunciante es un camino que nos hace ser más felices y librarnos de las ataduras del deseo y la aversión, la búsqueda constante de placeres instantáneos.
“Muchas personas piensan que renunciando a todo, el no ser y no tener deseos, no hay disfrute. No. Esto no es así. De hecho, te conviertes en el hombre o la mujer más feliz, Cuanto más sirves, de más felicidad disfrutas. Esta persona conoce el secreto de la vida. Hay una alegría en perderlo todo, en darlo todo. No puedes ser eternamente feliz poseyendo cosas. Cuanto más posees, más triste te sientes. ¿No hemos visto a los millonarios, gente de posición alta, primeros ministros, presidentes? ¿Son felices? No. (…) Sólo un santo, un denunciante, es siempre feliz porque un santo no tiene nada que perder. Porque no tienes nada, siempre te tienes a ti mismo.”
Toma un momento para respirar esas palabras. Enserio. Inhala… y exhala…
Ahora, antes de que me levantes las manos y digas “¿Pero cómo? Tengo que renunciar a todo para ser feliz” Creo que podemos tomarlo como una reflexión. Cada uno de nosotros sabe muy bien a qué areas, actitudes, circunstancias, experiencias, hábitos, etc… está atado.
Todos sabemos que podemos renunciar a algo que sabemos que nos hará más bien que mal, pero que sabemos que dolerá y se sentirá incomodo y lo postergamos, que para eso hay otra frase del libro:
“La práctica de yoga es como una carrera de obstáculos, muchos bloqueos están puestos en el camino para que pasando por ellos, nos superemos(…)necesitamos el reto y ser probados para poder entender nuestras capacidades.”
La vida entera es una práctica de Yoga, y en el momento en el que nos demos cuenta de que esta no es una cárcel y más bien es un lugar para reformarte “donde tienes la oportunidad de cambiar tu actitud hacia la vida, purificarte, te gustaría estar aquí hasta que te sientas purificado.” (Otra frase del libro)
Para ir concluyendo, el sábado mi amiga @stephanierdzs me invitó a su retiro virtual. La verdad es me sentía fatal, muy cansada y con negativas ganas de estar en la computadora, pero como yo hago esto de decirle que si a mi intuición lo tomé. Casi al final hablaba de cómo hay una práctica de utilizar una palabra para decretar lo que será este año que viene.
Primero, resumimos en una palabra el 2021, que para mí, la palabra que me llegó fue “aprendizaje”. La palabra que me llegó instantáneamente al pensar en el siguiente año fue “éxito” y sentí mucha emoción, porque también instantáneamente me llegó la palabra “servicio” y recordé, recordé como todo hace sentido, como todo me llevó a tener esa realización.
Si vivo en servicio, seré exitosa.
¿Tú qué piensas?
Te dejo una tarea de reflexión.
Meditación de esta semana:
Esta es una de mis meditaciones favoritas con una de mis personas favoritas, así que te dejo la liga enseguida con Pema Chodron, guiando una meditación corta con la técnica de TONGLEN.
Si el inglés se te dificulta te dejo aquí los pasos para que hagas la meditación tu. Esta meditación en resumen, consiste en inhalar el sufrimiento y exhalar el antídoto.
Como beneficio principal, en lo personal creo que, nos hace entrar en contacto con nuestro sufrimiento y con una enorme empatía y compasión por el mundo entero y hace que despierte en nosotros esa sensación de que “si puedo” “si hay algo que pueda hacer”
Los pasos:
1.- Lleva tu atención a la respiración (10-15 respiraciones) para que la mente se calme.
2.-Con cada inhalación, conecta con los sentimientos y sensaciones calor, pesadez, claustrofobia y oscuridad al exhalar, imagínate irradiando sentimientos de frescura, apertura, libertad, brillo y luz.
3.- Trabájalo con la intención de pensar en el sufrimiento de alguien cercano a ti,
Por ejemplo: “Inhalo el dolor y confusión de mi pariente que está pasando por una enfermedad” y “Exhalo una sensación de salud y claridad”
Después puedes hacerlo contigo, hacia el sufrimiento que tú estás sintiendo, y al mismo tiempo, hacia todas aquellas personas que se sienten de la misma manera que tú en este momento. Imaginando el sufrimiento de todo el mundo interno.
Ejemplo: “Inhalo, la sensación de que si doy, pierdo y el miedo que me da perder mi egoísmo” y “Exhalo, esa sensación de certeza de que dar es recibir y que perdiendo al ego, encuentro al amor”
Ahora lo mismo, inhalando el sufrimiento de todas las personas que se sientan igual que tu, imagínate todas las personas que sienten exactamente lo mismo que tu e inhala eso y exhala su antídoto.
La idea es hacer una extensión de ti hacia las personas del mundo entero, es una práctica hermosa.
Ojalá puedas practicarla. Recuerda que hay muchos recursos gratuitos en Youtube por si no te quedó muy clara.
Namaste Souls,
Gracias por leerme,
Esténse pendientes, que mañana sale un nuevo episodio del podcast.
Mon
Siempre que leo esto me hace mucho ruido, porque a veces siento que doy "mucho" y me terminó descuidando a mi. ¿Cómo sé que no estoy dándole todo a los demás y dejándome de lado a mi? O en que punto estoy siendo egoísta por pensar en algunas cosas que me hacen bien a mi?